El mejor remedio para tratar la mala circulación de retorno en piernas es sin duda alguna el deporte. Como sabemos para que las venas puedan bombear la sangre de las piernas de vuelta al corazón es necesario que los músculos de las piernas se contraigan y se relajen para ejercer un efecto de bombeo sobre las venas, es decir es necesario el movimiento. El mejor deporte para mejorar el estado de nuestras varices es el deporte cardiovascular, por ejemplo andar, sobretodo cuando se anda por el campo que alternamos subidas con bajadas, momentos de mayor o menor esfuerzo, etc. También por supuesto es muy recomendable la bicicleta o el atletismo, la natación, y en general todo deporte en el que predomine el movimiento.
El los cursos de quiromasaje podemos aprender una solución muy interesante par la mala circulación en piernas. Un buen drenaje linfático puede reducir inmediatamente la retención de líquidos y los edemas en tobillos, rodillas y piernas, el efecto es inmediato y en ciertos casos espectacular. El masaje circulatorio en piernas produce un efecto de alivio inmediato, hasta el color de la piel mejora y el dolor, las molestias o la inquietud de las piernas mejora al instante. Pero tal vez el tratamiento manual de fondo más eficaz sea el trabajo sobre las fascias o el masaje conjuntivo. El masaje conjuntivo aplicado sobre las fascias del sacro y las lumbares ejerce un efecto que tonifica y estimula a las venas de las piernas haciendo que los beneficios del masaje sean mucho más profundos y duraderos.
En nuestros cursos de naturopatía estudiamos también la hidroterapia, que es una gran aliada para el tratamiento de estas patologías, andar descalzo por la orilla del mar (talasoterapia) o andar descalzos por los riachuelos o el rocío, combina los beneficios del andar con los del agua fría. También son muy potentes los pediluvios, sumergir las piernas de manera alternativa en un barreño con agua fría y después con agua caliente y repetir este proceso hasta que la temperatura del agua de los dos barreños deje de tener contraste. Acabaremos siempre en agua fría. Los pediluvios actúan directamente sobre la capa musculas de las venas, el agua fría la contrae y la caliente la dilata, la repetición de contracciones y dilataciones se convierte en un ejercicio directo sobre la delgada capa muscular de las venas, fortaleciéndola y mejorando por tanto la circulación de retorno.
Otro gran remedio naturista son las fricciones en piernas, podemos mojar un guante de crin con agua bien fría y zumo de limón y aplicamos masajes en direcciones ascendentes con el guante de crin. Este remedio activa muchísimo la circulación microcapilar y tiene un efecto tónico sobre las vena.
También la fitoterpia nos aporta grandes soluciones, plantas como la Vid roja, el Hammamelis, el Brusco o el castaño de indias, tanto tomados en infusiones como utilizadas para preparar aceites circulatorios son una solución muy buena.
La aromaterapia científica nos explica cómo hacer aceites muy potentes con aceites esenciales como el Mirto, el Enebro, el Ciprés o la esencia de Limón. Combinando estos aceites esenciales con las plantas medicinales podemos elaborar aceites para la circulación de retorno muy potentes.
Es importante al mismo tiempo no olvidarnos, como estudiamos en dietética, la importancia de tomas todos los días abundancia de antioxidantes, éstos mantendrán la elasticidad de nuestras venas y por tanto colabora en el estado de salud de nuestra circulación. Así mismo es importante recordar que el sobrepeso es un factor determinante en el tratamiento de las varices, puesto que los quilos demás son un obstáculo para mejorar el estado de nuestras venas y nuestra circulación de retorno.
Resumiendo, podemos empezar el día con un buen zumo de frutas antioxidantes y una sesión de fricciones con el guante de crin y el limón sobre nuestras piernas, a continuación aplicaremos el aceite circulatorio elaborado con las plantas medicinales y los aceites esenciales. Después de comer y cenar tomaremos una infusión de plantas para la circulación de retorno. Andaremos o practicaremos ejercicio al menos una hora al día todos los días, evitaremos usar el coche y el ascensor todo lo posible. Y, antes de dormir realizaremos los pediluvios, después volveremos a aplicar el aceite circulatorio y al dormir intentaremos siempre elevar ligeramente los pies de nuestra cama de manera que nuestras piernas estén ligeramente por encima de nuestra cabeza.