Se acerca el calor y con él, aumentan las molestias en aquellas personas que sufren de mala circulación venosa y varices. Con el calor las venas se dilatan, las varices empeoran, se retiene más líquido en tobillos, rodillas… Es por esto que hoy os mostramos una forma muy sencilla de realizar una crema circulatoria con efecto frío para mejorar nuestra circulación de retorno antes de que lleguen los calores fuertes del verano.
Para esta crema necesitamos:
– 250 ml de aceite de sésamo.
– 50 gr de Brusco
– 50 gr de Vid roja
– 50 gr de Castaño de indias
– 60 gotas de aceite esencial de Menta
– 60 gotas de aceite esencial de Limón
– 50 gotas de aceite esencial de Mirto
– 25 gr de cera de abeja
En un recipiente de vidrio opaco ponemos el Brusco, la Vid roja y el Castaño de indias. Lo dejamos macerar 40 días, en un lugar donde no le de el sol de manera directa. Durante este tiempo, agitamos el aceite cada dos o tres días para evitar que las plantas se apelmacen en el fondo.
Transcurridos los cuarenta días, colamos el aceite con un colador y presionamos con una cuchara sobre las plantas para extraer todo el aceite posible. Lo calentamos muy ligeramente, a fuego muy lento o al baño maría, y le añadimos la cera de abeja, removiendo el aceite hasta que la cera se disuelve. La cera nos solidificará el aceite una vez haya enfriado. Apartamos del fuego y añadimos las gotas indicadas de los aceites esenciales de Menta, Mirto y Limón. Dejamos reposar hasta que el aceite solidifique….y listo!!! Ya tenemos una fabulosa crema circulatoria con efecto frío que podemos utilizar aplicándola de dos a tres veces al día con un masaje en sentido ascendente sobre las piernas.
¡Y a disfrutar del verano y de la calor!!
Rosana Ferre Blanquer