Envidia, celos, desconfianza, dolor emocional sin causa aparente.
El acebo encarna el amor. El deseo de amar se encuentra presente en cada célula de nuestro ser. Por eso cuando vamos por la corriente del amor, vivimos en un estado de gracia.
Sin embargo, cuando la necesidad de dar y recibir amor nos es negada, emerge el estado negativo del acebo. La persona experimentará una desilusión tan extrema que el amor se expresará como su opuesto: celos, odio, envidia, resentimiento, malicia y un deseo de venganza.
En el sistema de las Flores de Bach Acebo (Holly) representa a una persona insegura y celosa que pretende controlar a todos aquellos a quienes ama. La persona sufre durante mucho tiempo un sentimiento de no auto-aceptación, lo que le lleva a sentir envidia de aquellos a quienes considera superiores, pero solamente es la consecuencia de su falta de autoestima.
Nos encontramos ante alguien irritable, que siempre está de mal humor, competitivo, desconfiado, triste, que incluso tiene deseos de cierta venganza contra el mundo y contra los que tiene más cerca. El resentimiento y la frustración son la clave, y esta flor es la mejor para cualquier manifestación de estas emociones.
El estado Acebo no entiende el amor y disfruta con el mal ajeno. La insatisfacción vital, de persistir en el tiempo, puede llevar a un total aislamiento social. Las manifestaciones desarmonizadas de esta flor se pueden confundir con otras como Haya o Vine, pero hay diferencias:
Haya es un temperamento obstinado y dogmático y poca capacidad de flexibilidad para con los demás, solamente ve “la paja en el ojo ajeno”, es intolerante. Vine es dominante, autoritario e inflexible también debido a un sentimiento de inferioridad.
Pero en Acebo sus estados negativos son, básicamente, opuestos al amor. También ha llegado a este punto debido al sentimiento de inferioridad pero lo ha llevado más allá que Vine y a los aspectos anteriores indicados se unen los celos, la envidia, el resentimiento y la ira.
El remedio de Acebo ayuda a aliviar la presión negativa que se ha venido acumulando con el tiempo. También ayuda a que la persona sea más amigable con aquellos a los que les tenía envidia. Este remedio también ayuda a los niños cuando están celosos de un nuevo hermanito. La esencia de la flor de acebo alimenta el corazón, ayudando al individuo a hacer el cambio de una concepción limitada y estrecha de sí mismo, a una que es expansiva e inclusiva de los demás.
Al tomar esta esencia se ayuda a desarrollar la capacidad de amar y la certeza de ser amado. Consigues que abra su corazón y exprese lo que siente. Al no bloquear sus sentimientos, no aparcarlos dentro, puede interactuar en equilibrio de forma armónica pudiendo ver no sólo los defectos sino también las virtudes de los demás. Esta confianza y comprensión de la naturaleza humana propiciará la propia auto-aceptación que es, en definitiva, el gran problema de la persona que está bajo la influencia de Acebo.