Demencia senil es el nombre dado en español a un síndrome que se caracteriza porque el sujeto afectado va perdiendo muchas de sus capacidades psíquicas, especialmente las cognitivas. El nombre clínico proviene del latín: «lejos» + mens (cuyo genitivo es mentis): «mente»; por su parte, senil es un adjetivo que alude a la senectud o ancianidad, aunque los actuales estudios médicos evidencian una minoría de cuadros de demencia senil a edades relativamente tempranas. Aunque la demencia es una enfermedad crónica y degenerativa, la utilización de remedios naturales ayuda a evitar, disminuir o retrasar la aparición, haciendo que las condiciones del paciente mejoren.
Las características básicas de las demencias que se reflejan en las distintas definiciones son:
- Es un síndrome.
- Es una patología orgánica causada por múltiples etiologías (degenerativa tóxica, metabólica, traumática, infecciosa, tumoral o vascular).
- Deben estar alteradas otras funciones cerebrales superiores además de la memoria, es decir, representan múltiples déficits cognitivos (el más frecuente la memoria) que implican un deterioro intelectual (pues afecta el pensamiento abstracto y la capacidad para razonar) respecto a un nivel previo.
- El proceso debe ser adquirido, lo que la diferencia del retraso mental congénito, la oligofrenia, etc.
- No deben existir otras patologías que lo justifiquen.
- El nivel de conciencia debe ser normal, lo que lo diferencia del estado confusional agudo (delirium), aunque en ocasiones este pueda coexistir con la demencia.
- El declive suele ser gradual y progresivo, aunque en determinadas circunstancias, como por ejemplo en las demencias postencefalíticas o postraumáticas, este carácter está ausente.
- Los síntomas deben durar al menos 6 meses.
- Suelen existir alteraciones de la personalidad y/o del comportamiento que se suman al cuadro clínico.
- Los déficits deterioran la vida familiar, laboral y social de forma significativa.
Existen los siguientes recursos para ayudar a tratarla:
Plantas medicinales: La fitoterapia bien utilizada puede ser muy útil en la prevención de síntomas.
Buena alimentación: Una alimentación adecuada puede ayudar a evitar la demencia senil.
Suplementos: Ayudaran a complementar la deficiencia de vitaminas y minerales, que nuestro cuerpo y mente necesitan.
Algunos remedios naturales que ayudan son:
Ginkgo Biloba: El Ginkgo puede promover la claridad mental y reducir el tiempo de reacción debido a la capacidad de esta planta para aumentar el flujo de oxígeno al cerebro y esto es muy importante, ya que el cerebro usa alrededor del 20% del suministro de oxígeno del cuerpo.
El Ginkgo ejerce un efecto anti-coagulante en la sangre y previene la formación de coágulos sanguíneos. Esto puede posiblemente reducir el riesgo de accidente cerebrovascular ayudando a que los vasos sanguíneos se relajen y se agranden para que la sangre pueda fluir más libremente. También ayuda a reducir el colesterol desprendiendo los depósitos de placa en las arterias pudiendo causar accidentes cerebrovasculares y problemas del corazón.
El Ginkgo Biloba es también un poderoso antioxidante que contiene terpenos y flavonoides que protegen al cuerpo contra la oxidación celular y el daño de los radicales libres. Ellos también promueven el metabolismo saludable y aumenta la eficiencia del sistema inmune.
Algunas investigaciones sugieren que esta hierba es útil en el tratamiento de enfermedades oculares como la degeneración macular. Debido a sus numerosos beneficios relacionados con los problemas asociados con la edad, es un suplemento muy popular entre las personas mayores.
GINSENG: Se ha demostrado la capacidad del ginseng en la mejora de las funciones mentales de los enfermos de Alzheimer. Igualmente, la ingestión de extractos de ginseng siberiano podría ser útil para mejorar o mantener la memoria o la capacidad de concentración de estos enfermos.
SACHA ICHI (Plukenelia volbilis): Semilla de la amazonia peruana con increíbles propiedades antioxidantes y nutritivas. Mejora el sistema inmunológico, repara y rejuvenece a las neuronas, pero sobre todo mejora la relación e interconexión sináptica entre cada una de ellas. Los ácidos grasos esenciales como los omegas 3, 6 y 9 están presentes como principios activos. Con este maní se produce un fino aceite que resulta muy beneficioso para la salud.
TRIGO: Consumir de 1 a 3 cucharaditas de germen de trigo mezclado con postres o comidas todos los días, ya que contiene octaconasol; una sustancia que ayuda a proteger las neuronas para que no se degeneren.
CENTELLA ASIÁTICA: Hervir 1 taza de agua y cuando llegue al punto de ebullición, verter 1 cucharada de hojas de gotu kola o centella asiática. Cubrir y dejar refrescar. Colar y beber una taza al día.
*Siempre debemos consultar con un especialista antes de tomar o recetar nada por nuestra cuenta.
Génesis Gutiérrez