Una forma de sacar partido a nuestro huerto de plantas aromáticas y medicinales es secar las plantas para poder usarlas en cualquier momento, ya sea para incluirlas en recetas de cocina o para elaborar todo tipo de remedios caseros naturales. Al secar las hierbas conseguimos que se puedan mantener en perfectas condiciones durante largos periodos de tiempo (incluso un año), y algunas de ellas, como por ejemplo la salvia, cuanto más tiempo lleven secas más sabor tienen.
Con estos consejos podrás secar fácilmente tus propias hierbas aromáticas y medicinales en casa:
1.- Cosecha las plantas cuando el rocío de la mañana se haya evaporado y antes del medio día.
2.- Si lo que buscas es la raíz o el tubérculo, el mejor momento será por la noche o última hora de la tarde.
3.- En las plantas que tengan flores, elige las que tengan las flores a punto de abrirse o que no estén abiertas del todo
4.- Según las vas cortando, ponlas boca abajo y agítalas suavemente para que se desprenda algún bichito o polvo que pueda tener y guárdala.
5.- Puedes pasarlas por agua para dejarlas limpias antes de secarlas. Luego las dejaremos sobre toallas de algodón o de papel para que se vayan secando. No les debe dar el sol durante este proceso, pues se podrían alterar sus principios activos.
6.- Evita usar bolsas o cajas de plástico para transportarlas o almacenarlas. En su lugar usa papel, tela o madera.
7.- Las hierbas se deben secar en una zona en la que estén a oscuras, bien ventilada, que no tenga humedad y a una tempera entre los 23 y 25ºC.
8.- No secar nunca las hierbas bajo la luz directa del sol, esto altera sus componentes y se echaría a perder. También se deben evitar las zonas con mucho viento, pues volatilizarían los aceites esenciales de las hierbas.
9.- Una opción es hacer pequeños ramilletes, atarlos con una cuerda y colgarlos boca abajo. Los mantendremos así entre 4 días y 2 semanas, dependiendo de la planta y de si secamos sólo hojas o ramilletes con ramas.
10.- Si las hojas son grandes, se pueden separar del tallo cuando las pongas a secar.
11.- Otra forma de secarlas es ponerlas en cajones en los que habrá una malla o rejilla en el fondo para que el aire pueda circular, después pondremos una tela de tejido natural (lino, algodón…) y a continuación las hierbas.
12.- Procura no usar durante ningún momento del proceso hojas de revistas o periódicos, por el contenido que tienen en tinta.
13.- Es mejor no trocear las hojas y flores, mejor dejarlas enteras para que mantengan todas sus propiedades.
14.- Observa día a día cómo va evolucionando el secado, si se secan demasiado tiempo podrían incluso perder todas sus propiedades y hacerse ceniza.
15.- Podrás ver que las hojas están listas para almacenar cuando tienen cierta rigidez y al intentar doblarlas se parten. En las flores, en cambio, adquieren mayor flexibilidad.
16.- Una vez secas, las conservaremos en tarros de cristal opaco con cierre hermético. Se recomienda etiquetarlas con el nombre, la fecha y cualquier otro datos que consideres importante a recordar.
Génesis Gutiérrez