Ungüento para los dolores
En kyreo utilizamos mucho un ungüento elaborado con plantas y aceites esenciales de gran poder calmante y antiinflamatorio. Nuestros alumnos del curso de quiromasaje lo utilizan para aplicarlo después de un masaje descontracturante para aliviar el dolor muscular. Nuestros alumnos del curso de naturopatía lo elaboran en una de nuestras prácticas del curso.
El ungüento cuenta entre sus ingredientes plantas tan potentes como el harpagofito, el árnica, el sauce y la cayena. Y además vamos a enriquecerlo con el poder de los aceites esenciales de clavo, gaulteria y romero alcanfor.
Este ungüento esta especialmente pensado para dolores musculares por sobrecarga, contracturas, tendinitis, sinovitis, dolores articulares, etc. Es decir es especialmente eficaz para los dolores del sistema locomotor: huesos, ligamentos, tendones y músculos.
Utilizamos el Harpagofito o Garra del diablo porque es un potente antiinflamatorio y calmante del dolor, también es antirreumático, por tanto complementa muy bien sus aplicaciones tanto para dolores musculares y tendinosos como óseos y articulares.
El árnica es muy conocida entre los deportistas tanto tomada en homeopatía como aplicada en forma de cremas y ungüentos, es una planta de gran poder antiinflamatorio y relajante muscular, se utiliza mucho en el deporte para los dolores musculares, las contracturas y la sobrecarga. El árnica es también muy utilizada por pacientes con dolores de tipo artritis y artrosis, de nuevo sobre todo en uso externo como pomada.
El sauce tiene un principio activo por todos muy conocido, el ácido acetil salicílico, el mismo principio activo de la aspirina. El sauce por tanto es my útil para calmar el dolor y el malestar general. La corteza de sauce es uno de los remedios más utilizados desde el origen de la humanidad, cuando todavía no existía la medicina ni la farmacología tal y como hoy las conocemos, el Sauce era muy utilizado por los chamanes y curanderos, que siempre solían llevar una bolsita de corteza de sauce que se masticaba para aliviar los dolores y ayudar a bajar la fiebre.
La cayena la ponemos en nuestra fórmula para aportar calor, es una planta caliente que nos ayudará a que nuestro ungüento sea más poderoso como relajante muscular, ya que sabemos que para aliviar el dolor muscular es mejor el calor que el frío, y para los dolores óseos el frío está contraindicado. En aquellos casos en los que haya hinchazón articular por derrame, como sucede en esguinces o torceduras, si hay mucho dolor, aunque preferimos aplicar hielo para anestesiar la zona, también podríamos utilizar este ungüento, ya que no llega a aportar tanto calor como para estar contraindicado en estos casos y aunque en casos de derrame con hinchazón pulsante preferimos el frío, las propiedades antiinflamatorias del resto de componentes nos pueden ser muy útiles. Para aportar calor, se podría utilizar también el jengibre o la canela en aceite esencial, pero la canela en aceite esencial hay que ser muy cuidadoso en su uso ya que es dermocáustica y puede causar irritación en la piel y ante el jengibre, preferimos utilizar la cayena porque aportará a nuestro ungüento un color rojizo muy atractivo.
El primer paso en la elaboración de este ungüento será poner el harpagofito, e árnica, la cayena en polvo y el sauce a partes iguales en volumen en un tarro de cristal, preferiblemente opaco y los cubrimos con aceite de almendras dulce. Lo tapamos herméticamente y dejaremos macerar durante 40 días agitando frecuentemente para mezclar bien las plantas con el aceite vegetal.
Una vez transcurridos los 40 días, colamos el aceite y lo escurrimos bien, lo calentamos ligeramente a fuego muy lento o al baño María y derretimos cera de abeja, a razón de 30 gr de cera por cada 200 ml de aceite. La cera de abeja cuando se enfríe solidificará nuestro aceite convirtiéndolo en ungüento. Una vez derretida la cera, apartamos del fuego y ponemos el aceite en tarros de cristal de30 ml. Es mejor preparar varios tarros pequeños que ponerlo todo en un tarro más grande, ya que los aceites esenciales son muy volátiles y se evaporan rápidamente cada vez que abrimos el tarro, de este modo consumimos primero un tarro y el resto los guardamos bien cerrados y sin abrir para que no vayan perdiendo sus propiedades.
Una vez tenemos el aceite en los tarros y antes de que solidifique añadiremos 10 gotas de aceite esencial de gaulteria, 5 gotas de aceite esencial de clavo y 5 gotas más de aceite esencial de romero alcanfor. ¿Por qué estos aceites esenciales? EL clavo es más que antiinflamatorio, es anestesiante, es muy potente para calmar los dolores. La gaulteria es un potente antiinflamatorio y relajante muscular, utilizado muchas veces añadiéndolo al aceite de almendras para realizar masajes descongestionantes musculares. Y el romero alcanfor, porque en este quimiotipo, la molécula predominante es el alcanfor, muy potente también como antidolorosa y relajante muscular.
A las concentraciones indicadas, este ungüento es bastante potente, no estaría indicado para realizar masajes en zonas extensas del cuerpo durante una sesión completa, ya que la concentración de principios activos sería excesiva, está indicado para una vez finalizado el masaje, aplicar una fina capa de ese ungüento sobre la zona que presente más dolor, o bien para aquellas personas que sufren dolores articulares, tendinosos y musculares, para aplicarlo diariamente sobe la zona de dolor.
Recordar que siempre antes de utilizar cualquier preparado debemos probarlo en una cantidad mínima sobre una zona pequeña de la piel para comprobar que no nos provoca ningún tipo de reacción, podríamos ser alérgicos a alguno de sus componentes y no saberlo, por tanto, siempre, antes de utilizar un producto nuevo, lo testamos en una zona de la piel muy pequeña y en cantidades mínimas, si no nos provoca reacción ya podemos usarlo sin peligro.
Recordad también que toda patología debe estar siempre bajo la supervisión de un médico, ningún producto natural sustituye a cualquier fármaco o medicamento que el médico le haya recetado, por favor, haced un consumo responsable de los remedios naturales, recordar que son siempre única y exclusivamente complementarios a la acción principal que debe ser la que le indique su médico.