CURSO DE ACUESTÉTICA.
1 y 15 de Febrero de 9 a 13 horas.
EL SECRETO DE LA BELLEZA ORIENTAL.
El concepto de salud y belleza está fuertemente arraigado en las culturas orientales. Cuando hay equilibrio en el interior, el aspecto físico es radiante. Para la Medicina Tradicional China, el aspecto externo refleja el estado interno, tanto es así, que consideran que se puede determinar el estado de salud de una persona a través del estudio y el análisis de su rostro.
En oriente, el concepto de salud es diferente al de los países más occidentales. En la cultura tradicional china, el estado de salud se definía como una condición de armonía en el que el cuerpo está equilibrado tanto física y psicológicamente, y además, es capaz de adaptarse con facilidad a su medio ambiente sin que ello le produzca el más mínimo cambio negativo.
La Medicina Tradicional China basa todo su paradigma en la idea de que todas las funciones fisiológicas de nuestro organismo, dependen de una bioenergía llamada “Qi”. Esta energía o Qi, es la responsable de que cada órgano cumpla perfectamente con su cometido. El Qi, circula por un recorrido determinado al que se conoce como “Canales” o “Meridianos”. Éstos, forman una especie de entramado o de red, que abarca todas y cada una de las estructuras de nuestro cuerpo llevando hasta ellas el Qi necesario para que estén bien nutridas y poder así, ejercer sus funciones correctamente.
En el recorrido del Qi por los Meridianos, existen algunas zonas dónde esa energía se concentra y es más superficial y por lo tanto más influenciable. A estas zonas las llamamos “Puntos de Acupuntura”. Es en estos puntos dónde el acupuntor coloca sus agujas para influenciar y estimular el Qi según convenga en cada momento. Mientras que el Qi circule libremente por los Meridianos, tendremos salud y no padeceremos enfermedades ni ningún tipo de signo negativo. El Qi debe fluir armoniosamente y en las condiciones apropiadas para cada ocasión. Si se presenta en exceso o insuficientemente, o no puede circular con fluidez, las estructuras que se vean afectadas perderán su potencial para realizar sus funciones fisiológicas y su capacidad de regeneración o auto-curación. De esta norma entendemos que si en nuestra piel aparecen manchas, arrugas prematuras o demasiado marcadas, carece de luminosidad, está seca, cenicienta, sin brillo,… es debido a que la circulación energética no es correcta y es preciso regularla para que pueda moverse de nuevo en armonía.
Así, cuando colocamos una aguja de acupuntura en los puntos pertinentes, favorecemos la correcta circulación del Qi y por lo tanto recuperamos las funciones fisiológicas. El resultado de este proceso es que devolvemos a las estructuras de nuestro cuerpo, las condiciones idóneas en las que deben encontrarse.
Evidentemente, la Acupuntura no evita que el paso de los años deje alguna huella en el rostro de las personas, pero si favorece a que la piel y la musculatura de nuestro rostro se muestren en la mejor forma posible y que sus funciones estén optimizadas al cien por cien. Así, por ejemplo, cuando aparecen manchas provocadas por el exceso de pigmentación o la piel se ha vuelto flácida, la acupuntura puede optimizar los recursos de esas estructuras y devolverlas a su estado original.
Una alimentación incorrecta, el exceso de estrés físico y mental, la contaminación ambiental, la exposición a los rayos del Sol,… provocan desequilibrios en la circulación del Qi y como consecuencia aparecen signos negativos en nuestro organismo. Lo que el lifting con acupuntura promete es que, una persona con sesenta años presentará un rostro de sesenta años en las mejores condiciones posibles.
La belleza es armonía. Cuando hay armonía en el interior, se expresa la belleza en el exterior y la persona se vuelve radiante.
El rostro hermoso es aquel que se presenta en equilibrio y armonía de su volumen y forma. Los artistas de todos los tiempos, han pretendido pintar o esculpir la belleza persiguiendo las proporciones perfectas que se dan en la Naturaleza; la armonía es la pauta matemática que se desarrolla y crece en ella. Las creaciones humanas que son objetivamente bellas, han sido concebidas imitando las pautas armónicas de las esencias universales que no pertenecen a la imaginación del autor, sino a las características propias de la Naturaleza.
Es obvio que la belleza no se puede objetivar al cien por cien; la mente humana contempla el medio en el que vive desde un punto de vista limitado y conceptual arraigado en sus creencias personales, sociales y culturales. Así, en la cultura tradicional china, el modelo de belleza femenino, corresponde a un cutis fino y blanco mientras que en occidente se tiene predilección por los rostros morenos y con los rasgos más marcados. Otro ejemplo, mientras que en occidente resulta atractivo las facciones orientales como los ojos rasgados, en oriente las mujeres se someten a operaciones estéticas para dotar a sus ojos de un aspecto más occidental. Sin embargo, parece que existen ciertas coincidencias en todas las culturas y sin saber cómo, cualquier persona se puede maravillar al contemplar un cielo plagado de estrellas o la armonía entre los colores que inunda un campo lleno de flores. Si la belleza pudiera objetivarse, las personas que mantuviesen un equilibrio perfecto en el cuerpo y en la mente, serían también las más hermosas. No en vano, pintores de todas las épocas han representado muy hermosas a las personalidades, que sin conocer su rostro, eran representantes de un esplendor interior, como por ejemplo, las imágenes bíblicas.
La Acupuntura es un método terapéutico basado en la idea de que el organismo humano forma un ser integral, el cual no se puede comprender por partes sino en conjunto. Es por lo tanto un modelo de terapia holística en el que todos los aspectos del ser humano forman parte de ese ser y todos se influyen, sin remedio, unos con otros. Es por esto que, aunque la belleza no puede responder a unos parámetros definidos, no podemos negar la evidencia que cuando un rostro nos parece hermoso, es porque sus características hacen que el todo nos parezca atractivo en su conjunto.
La acción de la punción sobre un punto de Acupuntura tiene tres funciones básicas: una local sobre la zona donde se ha puesto la aguja, otra específica sobre ciertas funciones energéticas descritas por la Medicina Tradicional China y otra general sobre el estado de todo el organismo. Y es aquí donde, en mi opinión, la Acupuntura alcanza un nuevo nivel en los tratamientos estéticos ya que el lifting con Acupuntura no sólo obtiene resultados positivos sobre el rostro, sino que sus beneficios afectan también al resto de aspectos del organismo humano favoreciendo el reequilibrio energético global. En mi experiencia son muchos los casos en los que, después del lifting con Acupuntura, el cliente observa una agradable sensación de relajación profunda y otros síntomas positivos como alivio de los síntomas del estrés, mejoras en la calidad del sueño, incluso otros más funcionales como dolores de cabeza, bruxismo, vista cansada…
Desde hace décadas, la Acupuntura ha demostrado con cientos de estudios como actúa beneficiando al organismo. Se ha probado que es capaz de optimizar las cualidades del ser humano para sanar y regenerarse. Así, las técnicas que nos ofrece esta disciplina milenaria, permite que la piel consiga asombrosos resultados:
- Devuelve el brillo y el color de un rostro
- Mejora la elasticidad
- Reeduca la funcionalidad orgánica haciéndola más
- Promueve el aumento de riego sanguíneo.
- Facilita la nutrición y la regeneración
- Tonifica los músculos y tersa la
- Aumenta el volumen de colágeno y
- Ayuda al sistema linfático a eliminar
- Sus resultados son capaces de rejuvenecer nuestro rostro entre 5 y 8 años.
- Mejora el estado de salud físico y psíquico.
El descubrimiento de la aplicación de la Acupuntura en el ámbito de la estética es relativamente moderno. Durante los años 70, los médicos practicantes de esta disciplina en el hospital de Pekín, se dieron cuenta de los efectos que producía la acupuntura sobre el rostro de los pacientes aquejados de parálisis facial. Las afecciones del nervio facial que paraliza los músculos de un lado de la cara, eran tratadas con Acupuntura sobre el lado afectado. Después de varias sesiones, las diferencias entre un lado de la cara y el otro eran muy evidentes. El lado tratado presentaba mejor aspecto ya que los músculos se habían tonificado elevando las estructuras, la piel era más tersa, las arrugas eran menos visibles y el color era brillante dando la sensación de un rostro más sano y radiante. Así, se comprobó que el tratamiento con Acupuntura sobre el rostro podría tener una aplicación muy positiva en el ámbito de la estética.
Los estudios científicos más actuales, han demostrado como la respuesta fisiológica al estímulo provocado por una aguja de Acupuntura, beneficia al propio organismo actuando sobre el sistema nervioso y sobre las zonas adyacentes a la punción a través del “mecanismo de defensa humoral”. Esta acción defensiva actúa contra el cuerpo de la aguja insertada previniendo la infección, la sensación de dolor y la recomposición del tejido dañando a través de la reparación celular. Por lo tanto, el estímulo provocado por la punción de la aguja desencadena una serie de mecanismos neuroendocrinos que producen sus efectos beneficiosos local y distalmente (a través del sistema nervioso) al punto donde hemos insertado la aguja. La acción de la punción puede verse rápidamente si nos fijamos en el eritema que se crea alrededor del cuerpo de la aguja insertada. Así, entendemos que la acción de la Acupuntura consiste en estimular al organismo a que vuelva a realizar de forma eficaz las funciones que habían perdido su capacidad. De esto podemos deducir, que la Acupuntura utiliza las posibilidades orgánicas de las personas para crear sus efectos, es decir, que en sí la aguja sólo estimula al cuerpo para optimizar sus propias capacidades de auto-curación o regeneración. De este modo, los resultados obtenidos dependerán del estado energético de cada persona haciendo imposible determinar cuál será el efecto final.
Dominar la Acupuntura para ayudar en la recuperación de las enfermedades, es un largo trabajo de varios años de estudio. Lo que en este trabajo se propone, es aprender a realizar una sencilla técnica de forma aislada que ha demostrado, con una larga experiencia, que consigue unos resultados asombrosos. De este modo, el usuario debe entender que el lifting con Acupuntura debe ser aplicado bajo las más estrictas normas de seguridad y por el personal cualificado. Por esto, recomiendo que ante casos excepcionales o fuera de lo común, nuestro cliente deba ser evaluado para determinar el patrón de desequilibrio energético y determinar si es seguro realizar el tratamiento.
Paco Mellado