En Iridología, la constitución mixta del iris se entiende como la transición entre la hematógena y la linfática.
Es fácil confundir la constitución mixta con la sanguínea puesto que hay bastante pigmentación en las fibras del iris; pero si observamos detenidamente con una lupa de aumentos se observarán muy bien las fibras.
Parece que tienen ojos de color marrón o avellana, pero cuando se observa más de cerca con iriscopio o lupa, el color subyacente de base es más claro tirando al azul.
Si nos guiáramos exclusivamente por su pigmentación, se podría considerar hematógena, pero si la observamos detenidamente, se observa que también se trata de una tipología fibrilar.
Según la Iridología presentan una capa pigmentaria débil sobre una base azulada, que se deja entrever a través de la pigmentaria superior (que es la capa superior del estroma) Esto se debe a que la pigmentación del iris es débil y sólo suele afectar a las capas más superficiales del iris.
Predisposiciones patológicas de la constitución mixta según la Iridología:
– Insuficiencias del hígado y de la vesícula biliar.
– Debilidad en la función pancreática.
– Trastornos gastrointestinales y digestivos especialmente si la zona pupilar está más densamente pigmentada.
– Alteraciones como el síndrome del intestino irritable, flatulencia e hipoglucemia.
– La condición del hígado y de la vesícula biliar casi siempre está marcada por signos en el ojo derecho, aunque existen excepciones a esto, según el estudio de la iridologia, cuando los problemas con estos órganos se heredan, las señales que normalmente se ven en el ojo derecho se pueden ver en las mismas posiciones en el ojo izquierdo.