¿Po
r qué el éxito atrae más éxito y el fracaso suele ir acompañado de más fracaso?
Es todo una cuestión de actitud, de confianza, un patrón de conducta que se forja desde la infancia. Cuando a un niño se lo valora, se le aplauden sus éxitos, se lo alaba y se le dice lo bueno que es, estamos forjando las bases de una persona que creerá en ella misma y en sus posibilidades. Cuando por el contrario a un niño (o también a un adulto) nos dedicamos a resaltar todos sus errores y a utilizar el verbo ser en lugar de un verbo temporal, es decir cuando en lugar de decirle “eso lo has hecho mal” decimos “eres muy malo” estamos haciendo que el niño se identifique con sus fracasos, estamos haciendo que él mismo se sienta inútil, torpe y sin posibilidades…¿nos extrañará que después de eso suspenda, no tenga amigos, no encuentre trabajo,….?
Somos lo que creemos que somos. Una vez alguien muy especial me dijo: “los demás siempre verán en ti lo que tú creas sobre ti mismo”. Si creemos que somos inteligentes y capaces, actuaremos como personas con posibilidades de éxito, lucharemos ferozmente por nuestras metas porque creeremos que podemos lograrlas, y cuando algo no nos salga bien, no nos identificaremos con nuestro error, sino que nos preguntaremos ¿qué hice mal? ¿Cómo lo hago ahora para acertar? Y en lugar de un fracaso hallaremos sabiduría, pero, porque en ningún momento vimos el fracaso como absoluto, sino como mero bache temporal.
Confianza en uno mismo, creer en nosotros y en nuestras posibilidades. Esta es la base del éxito, este es el secreto de quien se inviste con la corona del campeón.
¿Qué pasa con aquellas personas que no tuvieron la suerte de tener esta base desde la infancia? Simplemente que les toca trabajar ahora. En primer lugar hay que empezar por marcar retos fáciles, la sensación de “Yo puedo” se forja a partir de ver que efectivamente logramos hacer realidad nuestras metas. En segundo lugar hay que cambiar el ser por un verbo temporal: no soy torpe, sino que esto me ha salido mal, no soy un inútil simplemente me faltó constancia y esfuerzo para conseguir mis metas, no estoy acabado sino todavía no he empezado a luchar. En tercer lugar hay que pensar en positivo: Yo puedo todo, la pregunta es ¿estoy dispuesto a desearlo de verdad? Y finalmente pero no menos importante: no tener miedo al éxito.
También en esto las terapias alternativas pueden ayudarnos mucho, por supuesto y ante todo tendremos que buscar ayuda en terapias que actúen a nivel psicológico y emocional, como la PNL, el Coach, las Afirmaciones, muchos libros de Autoayuda,….. pero también contamos con las terapias vibracionales, aquellas que actúan en nuestro cuerpo emocional como las Flores de Bach o la Aromaterapia. Las flores de Bach y la Aromaterapia utilizada a nivel emocional, son terapias vibracionales que pueden ayudarnos a conseguir que nos sintamos vencedores, pueden ayudarnos a que nos invistamos con la CORONA DEL VENCEDOR.
