El Orégano, Origanum vulgaris, significa “La alegría del monte”. La palabra “Orégano” procede de “Oros” que significa “monte” y “ganos” que significa “brillo”, “belleza”, “adorno”. El Orégano aporta sus florecillas de penetrante aroma que hacen bello el monte, por eso los antiguos griegos le pusieron el nombre de “belleza o alegría del monte”, de ahí el dicho que hoy en día todavía usamos de: “No todo el monte es orégano” haciendo referencia al orégano como lo bonito, lo bello de la montaña.
El Orégano es una planta muy conocida y utilizada por sus propiedades medicinales desde la antigüedad, Hipócates ya nos hablaba de ella, conocían ya sus fabulosas propiedades antisépticas y digestivas y lo empleaban en infusión para resfriados y afecciones respiratorias y también para problemas digestivos. También la nombra Dioscórides por sus propiedades medicinales en el antiguo imperio romano, quienes además la usaban para condimentar la carne en la cocina ya que además de otorgarle un maravilloso sabor, actúa como antiséptico. También la usaban para los dolores de encías, los problemas digestivos y para calmar la tos.
Los egipcios también lo usaban, especialmente para conservar alimentos (de nuevo por su gran poder antiséptico), para desinfectar heridas y como condimento de cocina. En la medicina asiática el Orégano se usaba para los ataques y las convulsiones. En Babilonia, en el año 300 a.C. ya se cita el uso del Orégano para tratar enfermedades respiratorias. En la India se extraía el destilado del orégano para tratar problemas digestivos y para bajar la fiebre. Vemos pues como culturas muy distintas en lugares del planeta muy alejados usaban ya el orégano con fines medicinales.
En la Edad media se consideraba que el Orégano respondía a las fuerzas de Mercurio que rige la digestión y el sistema nervioso, pero también a las de Venus, de ahí que se utilizara también para regular procesos menstruales: La tradición antigua cuenta que fue la diosa Afrodita quien con su aliento sembró las montañas con el Orégano, de ahí que esta planta haya estado desde siempre vinculada al Amor. Las muchachas llevaban coronas o ramos de orégano en sus bodas, pues se pensaba que el Orégano tenía la virtud de fortalecer el amor en el matrimonio. (Os cuento un secreto: el orégano era uno de los ingredientes que utilizaban las brujas para elaborar hechizos de amor).
El Orégano, ligado a lo bueno y bello, se usaba también como amuleto para atraer la buena suerte y la protección y se solía colocar también en las tumbas de los seres queridos para que les aportara paz en la vida eterna.
En la edad media se quemaba Orégano en las epidemias como desinfectante para frenar el contagio, curioso, ver que hoy en día hemos comprobado que el aceite esencial de Orégano es uno de los antibióticos de más amplio espectro.
En la actualidad continuamos usando con mucho éxito el orégano tanto en cocina como por sus propiedades medicinales. En la cocina, el orégano forma parte de multitud de recetas, ya que aporta a los platos un sabor muy agradable. Pero además es muy recomendable usarlo, en especial por dos motivos: el orégano es digestivo y antiséptico. En platos cocinados con carnes o pescados es muy recomendable usar el orégano porque si estuvieran en mal estado o hubiera proliferado en ellos alguna bacteria nociva, el orégano nos protegerá de ello, y por otro en platos como lasañas, salsas de tomate y de más de difícil digestión, el orégano nos ayuda a digerirlos mejor.
Como planta medicinal el orégano y el aceite esencial de oréganos son muy valorados. El aceite esencial de orégano (compuesto de timol, carvacrol y origaneno) no solo es antiséptico, sino que actúa también como potente antibiótico, pues es capaz de matar microorganismos, de hecho es considerado como antibiótico de amplio espectro. Por tanto su uso puede ser muy útil en procesos infecciosos, pero con mucho cuidado en su aplicación, pues el aceite esencial por vía oral puede quemar las mucosas digestivas, por tanto solo puede ser usado bien diluido y en la dosis correcta, es conveniente que esté pautado por un profesional para que su uso no sea peligroso. Además usado durante más de 10 días en dosis más altas o más de 1 mes en su dosis justa empieza a ser hepatotóxico. Su uso está totalmente prohibido en embarazadas y el niños menores de 6 años. Por tanto su administración por vía oral ha de estar muy controlada. Por vía tópica es más seguro, bastará con disolver el +aceite esencial de orégano en aceite vegetal (con unas 4 o 5 gotas por cada 30 ml de aceite vegetal es suficiente) para poder usarlo sin peligro de picores o abrasión en la piel.
La infusión o el extracto de oréganos son de uso mucho más seguro, no son tan potentes antibióticos pero sí son maravillosos antisépticos, con lo cual podemos usarlos en infecciones de oído, respiratorias, digestivas, de orina, etc. con mucho éxito y sin riesgo.
El orégano es también un potente digestivo y carminativo, facilita las digestiones y evita la hinchazón de vientre, su infusión tiene un sabor potente (es preferible combinarlo con otras plantas) pero en cambio si lo usamos al cocinas, sus propiedades siguen actuando y el sabor es muy bueno. El Orégano mejora la digestión y calma los espasmos intestinales, calmando así los dolores de estómago. Es hepático, ayuda al hígado en sus funciones digestivas, con lo cual tiene una acción muy completa sobre el sistema digestivo.
El Orégano es muy buen expectorante y balsámico, de ahí su uso desde la antigüedad para calmar la tos y el asma, además al ser antiséptico también es muy bueno en los procesos gripales y resfriados.
El orégano es muy rico en minerales, aporta Cinc, Cobre, Hierro y Potasio. También es rico en vitaminas, es un potente antioxidante.
El Orégano tiene propiedades estrogénicas, ayuda a regular las menstruaciones y a clamar el dolor menstrual, (tal vez Afrodita sigue actuando a través del orégano en nuestra cultura científica).
El orégano es también antiinflamatorio, se usa en emplastos y ungüentos para calmar los dolores articulares y los dolores reumáticos.
La infusión de orégano usada en enjuagues ayuda a calmar el dolor de encías y es un potente desinfectante. Aplicar el vapor de orégano al hervir sobre una otitis también ayuda a calmar el dolor y es recomendable por sus propiedades antisépticas. Hacer gargarismos con la infusión de Orégano calma las anginas y el dolor de garganta y también es bueno por su función antiséptica.
La decocción de Orégano es muy utilizada por la agricultura ecológica como insecticida, basta rociar un poco de la decocción sobre las plantas para evitar que se acerque los insectos, o bien se puede plantar plantas de Orégano alrededor de los cultivos, y así se ahuyentan las plagas.
Rosana Ferre