Se acerca el verano, con él nos llega la calor y para aquellas personas que sufren de mala circulación de retorno también las molestias en las piernas: hinchazón de tobillos, pesadez de piernas, inquietud nocturna en las piernas,….
EL sistema circulatorio está compuesto de arterias y venas, las arterias llevan la sangre desde el corazón a todas las células de nuestro cuerpo, y con ella les llevan los nutrientes y el oxígeno que necesitan para vivir y trabajar, la misión de las venas será recoger los residuos que excretan las células, los líquidos intercelulares y el dióxido de carbono de vuelta hacia el corazón. Traer la sangre de vuelta de los distintos tejidos al corazón desde la cabeza es muy sencillo, tenemos la fuerza de gravedad que nos ayuda, desde los brazos y tórax, también, puesto que los brazos están más altos que el corazón y los movemos mucho y el tórax con los movimientos de respiración continuos y los movimientos digestivos ayuda a bombear la sangre por las venas. Pero, devolver la sangre al corazón desde las piernas es bastante más difícil, la sangre debe viajar hacia arriba en contra de la fuerza de gravedad. Para poder hacer subir la sangre desde los pies y piernas hasta el corazón, las venas poseen la ayuda de las válvulas venosas, estas válvulas abren solo en sentido ascendente, de manera que cuando la sangre sube por las venas, las válvulas cierran para que no pueda volver hacia atrás. Pero ¿qué fuerza hace subir la sangre hacia arriba por dentro de nuestras venas? Solo una: el bombeo que ejercen nuestros músculos al contraerse. Cuando nuestros músculos e contraen, aprietan las venas que tienen a sus lados, de manera que esta presión hace moverse a la sangre y como por la acción de las válvulas sólo puede ir hacia arriba pues, el bombeo será siempre ascendente. Pero, ¿qué pasa si tenemos una vida sedentaria en la que no movemos nuestras piernas durante horas, o peor todavía si estamos de pie durante muchas horas en una postura estática? Lo que pasará en estos casos es que la sangre se estanca, no hay bombeo que la haga fluir hacia el corazón y entonces es cuando notamos pesadez, incluso dolor en piernas, los tobillos se nos hinchan, pues no estamos recogiendo los líquidos, los residuos de las células no se recogen, el líquido intercelular se estanca, lo cual hace difícil también que puedan llegarle nutrientes nuevos, por la noche, el calor de la cama produce inquietud y nerviosismo en piernas que nos obliga a sacar los pies y tocar el frío suelo para notar alivio o bien darnos un baño de piernas con agua fría. Con el tiempo, si esto continua aparecerán las varices, dilataciones del as venas, con lo que a partir de ese momento las válvulas no cerraran y entonces los problemas de circulación venosa en piernas empeoran exponencialmente. Con el tiempo la retención de líquidos no será solo en tobillos, sino también en rodillas y finalmente en todas las piernas, La piel se tensa hasta parecer que va a reventar, la calidad de la piel va empeorando, se seca, se debilita y finalmente puede llegar a hacer llagas difíciles de curar.
¿Y cómo podemos prevenir todos estos síntomas? Tal y cómo estudiamos en nuestro curso de naturopatía, en primer lugar hay que ir a la causa, los encargados de bombear la sangre desde las piernas, de nuevo hacia el corazón son los movimientos de los músculos, por tanto, si queremos evitar los problemas derivados de la mala circulación de retorno, lo más importante es mover las piernas y evitar el sedentarismo: andar, deporte, correr, ciclismo, natación, baile, etc…. Además es importante tomar gran cantidad de antioxidantes que ayudan a mantener las venas elásticas y fuertes, entre ellos el más importante es la vitamina C, deberíamos tomar mucha fruta, la mejor para la circulación de retorno son la bayas de mirtilo o arandanos, la uva negra, las fresas y cerezas, todas las frutas del bosque y en general todas las frutas ricas en vitamina C. Hay plantas medicinales que nos pueden ayudar mucho: la vid roja, el hamamelis, la vinca per vinca, el brusco,… Uno de los remedios que más ayuda a tratar la mala circulación de retorno es la hidroterapia, duchas de agua fría en las piernas, frotaciones en sentido ascendente con un guante de crin en seco o bien mojado en agua fría con unas gotitas de limón (que también es un buen venotónico), pediluvios (baños alternos de agua fría y caliente en pies y piernas, acabando siempre en frío, pues las venas poseen una capa de músculo que con el frío se contrae, y con el calor se dilata, si alternamos ambos estados, estamos haciendo ejercicios de contracción y relax en la propia capa de músculo de las venas, con lo cual a medio y largo plazo nuestras venas serán más resistentes, más fuertes, y será más difícil que se produzcan varices), andas descalzo por la playa o por riachuelos de agua fría… También es muy importante levantar los pies de la cama para que cuando vayamos a dormir nuestros pies estén por encima de nuestra cabeza, y así durante las horas de la noche la gravedad ayudará a que la sangre estancada vuelva de regreso hacia el corazón. Otro gran remedio que alivia mucho la pesadez en piernas son los aceites circulatorios con efecto frío, os dejamos un enlace a un vídeo de nuestro canal de youtube donde os enseñamos cómo hacerlas.
Rosana Ferre